Ésta práctica se remonta a 35.000 años antes de Cristo, cuando las predicciones meteorológicas se hacían con base a la luna.
En la prehistoria se empleaba el ciclo lunar como medida del tiempo. La única referencia temporal era la luna, para elegir lo tiempos de caza y pesca.
Estas predicciones eran esenciales, puesto que permitían, como he dicho, cazar y pescar con conocimiento de las condiciones climáticas. La luna era el calendario y el reloj de entonces.
«Las cabañuelas fueron antaño el equivalente al servicio meteorológico de hoy en día».
Las cabañuelas, sin embargo, no se basaban en la tecnología que se usa actualmente, sino en un conocimiento ancestral basado en la observación del cielo.
El clima suele ser registrado para tenerlo como guía en los meses venideros. Algunos agricultores practicaban el registro y observación de las cabañuelas; con el fin de saber las fechas en la cuales podría haber heladas, altas temperaturas y así elegir cuando debían cultivar.
«Se trata de un método de predicción del tiempo, sin base científica, pero muy popular desde hace miles de años».
Se puede decir que los primeros cabañuelistas o astrónomos fueron mujeres.
Las Venus prehistóricas: son esculturas o relieves pequeños de unos 25 centímetros, que tenían los atributos femeninos exagerados, como símbolo de fecundidad. La Venus más famosa es la Venus de Willendorf: que es una figura de piedra de hace 30.000 años, y es la joya de la corona del museo de Historia Natural de Viena. Las Venus paleolíticas son las esculturas más antiguas que se conocen.
Pero la Venus más curiosa de todas ellas es la Venus del Laussel, o Venus de la Cornucopia. Muchos historiadores consideran que la Venus de Laussel es una especie de cabañuelas, calendario lunar o menstrual. La cornucopia, el cuerno de la abundancia, significa tanto la abundancia, la fertilidad, la fecundidad, como la luna.
Cabe destacar que el cuerno tiene treces incisiones, la misma cantidad de lunas llenas que tiene el ciclo lunar. Cuando la incisión era más profunda significaba que había llovido más o más flujo menstrual. Se considera, también, que el cuerno es una luna creciente, y también que es un símbolo fálico, como complemento indispensable de lo anterior para generar vida.
La Venus de Laussel tiene la mano izquierda apoyada en el vientre, quizas indicando que está encinta. Todas estas Venus paleolíticas muestran algunas partes exageradamente desarrolladas, como pechos, caderas, vientres y vulvas. Algunos consideran que pudieran ser juguetes sexuales. Hay un relieve, junto a estas Venus, que representaba a un hombre itifálico (del griego itis, derecho, recto y falo ) falo erecto.
Se dice, por tanto, que los primeros cabañuelistas, astrónomos fueron mujeres, ya que empezaron a observar las fases de la luna, para contar los días de su ciclo menstrual. Fueron las primeras que hicieron las cabañuelas de la menstruación de la luna.
Cabañuelas Soria 